La mirada del neoclasicismo


Resultado de imagen de arco madrid"¿Eso es arte?" o "Eso lo hace mi hijx de 5 años" son frases que hemos escuchado todos sobre el arte contemporáneo y moderno. Y quien no ha escuchado mofarse de las obras de "Arco" en los medios de comunicación. Son muchas las criticas en vano pero que afectan directamente a nuestra manera de pensar. Y esto me hace reflexionar encontrando dos culpables. 
Por una parte, veo a un claro culpable como es la educación. Cuando se es pequeño utilizamos la imaginación y me atrevería a decir que es la única vez en la que utilizamos esta sin que nos lo prohíban. Y así surge el no poder trabajar una opinión critica personal. Como bien decía Vigotsky en su ensayo "La imaginación y el arte en la infancia" la creación artística es necesaria ya que necesitamos de una imaginación creativa para crear un futuro; y, hoy en día, no se trabaja en exceso. Ademas, cuando se da arte en las escuelas te enseñan a dibujar cosas figurativas únicamente y te dan la imagen de que eso es lo único que esta bien. Con esa educación, ¿quien va a valorar el arte de hoy en día? 
Resultado de imagen de kandinskyPor otra parte, tenemos la mirada del neoclasicismo que ha perdurado hasta hoy en día. Esos ordenes clásicos de belleza y de proporción, el arte perfecto. Ese arte es el que se dio durante siglos hasta que llegaron los impresionistas, los postimpresionistas, los fauvistas... Vinierón Kandisky, Picasso, Miró...¿Cuantas personas ven belleza en el orden? ¿Cuantas personas odian a los artistas que decidieron crear algo nuevo? Esas personas fueron en contra de las mismas normas de siempre, fueron innovadores, imaginativos, crearon un arte totalmente distinto. Pero seguimos con una mirada clásica a favor de lo figurativo, para no pensar mucho. 
Todo esto me hace reflexionar sobre el paso del tiempo. ¿Habrá cambiado algo la formación del arte? Sinceramente, creo que no. Se sigue teniendo una formación muy básica, figurativa mayormente y la educación no te invita a ser creativo, a pensar. Por lo tanto, el arte sigue quedando a merced de unos pocos: los que lo entienden. Yo tampoco entendía este arte, hasta que recibí la educación. 



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